Debut auspicioso. Es la primera vez que investigadores sanmarquinos participan en este importante concurso, dirigido a la comunidad de científicos y tecnólogos del país, orientado a fomentar la creación de empresas de base tecnológica y la generación de ideas innovadoras que conduzcan al desarrollo de un producto o servicio apto para el mercado nacional y/o internacional.
El concurso consta de tres fases clasificatorias; en la primera, fueron seleccionados diez proyectos que avanzarán a la segunda etapa, donde cinco de ellos pasarán a la tercera fase, en la que, finalmente, se elegirá a las dos mejores propuestas de prototipos y de planes de negocios tecnológicos que conlleven a viabilizar la creación de una empresa de base tecnológica, encargada de la producción de un producto o servicio originado del resultado de una investigación tecnológica.
Cabe destacar que los proyectos seleccionados en cada una de las fases recibirán una subvención de diez mil, veinte mil y treinta mil nuevos soles, respectivamente para la ejecución de los mismos.
Ingeniero Pedro Sánchez Cortez
De leña a electricidad
La posibilidad de proveer de energía eléctrica, y todos los beneficios que ello implica, a las poblaciones de las zonas altoandinas del Perú, es la propuesta que el ingeniero Pedro Sánchez Cortez presentó en su proyecto Cargador de batería a leña, el cual busca aprovechar un nicho de energía que mayormente es empleado como elemento de combustión para cocinar alimentos.
“La propuesta es un motor que tenga la combustión externa, que utilice el calor remanente de la cocina para cargar una batería relativamente pequeña. En la actualidad, hay unas lámparas que utilizan un vatio de potencia; entonces, si podemos generar diez vatios y guardarlos en un batería, podemos tener iluminación para dos lámparas toda la noche”, explicó, el investigador docente de la EAP de Ingeniería Mecánica de Fluidos, de la Facultad de Ciencias Físicas.
En ese sentido, destacó el hecho que facilitar de iluminación y comunicación a las comunidades es mejorar su calidad de vida. Esta es la tercera ocasión en que un proyecto suyo es reconocido por el Concytec. Anteriormente, ganó una convocatoria con el diseño de un vehículo de “efecto suelo” que construyó con la FAP en 1991; y el 2004 desarrolló un motor de aire caliente, que logró ser subvencionado por dicha institución científica y que ahora, precisamente, forma parte del Cargador de batería a leña.
La investigación en el área de energías renovables requiere más difusión y adaptación a nuestra realidad, lo que se conoce como transferencia tecnológica. “Tenemos aparatos desarrollados y listos, pero falta que las personas los usen en forma masiva”, señaló el profesor, quien integra como consultor el equipo de trabajo de la Fundación San Marcos.
Lea la nota completa en San Marcos al Día:
http://www.unmsm.edu.pe/?id=916
Cabe destacar que los proyectos seleccionados en cada una de las fases recibirán una subvención de diez mil, veinte mil y treinta mil nuevos soles, respectivamente para la ejecución de los mismos.
Ingeniero Pedro Sánchez Cortez
De leña a electricidad
La posibilidad de proveer de energía eléctrica, y todos los beneficios que ello implica, a las poblaciones de las zonas altoandinas del Perú, es la propuesta que el ingeniero Pedro Sánchez Cortez presentó en su proyecto Cargador de batería a leña, el cual busca aprovechar un nicho de energía que mayormente es empleado como elemento de combustión para cocinar alimentos.
“La propuesta es un motor que tenga la combustión externa, que utilice el calor remanente de la cocina para cargar una batería relativamente pequeña. En la actualidad, hay unas lámparas que utilizan un vatio de potencia; entonces, si podemos generar diez vatios y guardarlos en un batería, podemos tener iluminación para dos lámparas toda la noche”, explicó, el investigador docente de la EAP de Ingeniería Mecánica de Fluidos, de la Facultad de Ciencias Físicas.
En ese sentido, destacó el hecho que facilitar de iluminación y comunicación a las comunidades es mejorar su calidad de vida. Esta es la tercera ocasión en que un proyecto suyo es reconocido por el Concytec. Anteriormente, ganó una convocatoria con el diseño de un vehículo de “efecto suelo” que construyó con la FAP en 1991; y el 2004 desarrolló un motor de aire caliente, que logró ser subvencionado por dicha institución científica y que ahora, precisamente, forma parte del Cargador de batería a leña.
La investigación en el área de energías renovables requiere más difusión y adaptación a nuestra realidad, lo que se conoce como transferencia tecnológica. “Tenemos aparatos desarrollados y listos, pero falta que las personas los usen en forma masiva”, señaló el profesor, quien integra como consultor el equipo de trabajo de la Fundación San Marcos.
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http://fundacionsanmarcos.blogspot.com/2010/01/dos-consultores-de-la-fundacion-san.html
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